Destinos
Cada rincón cuenta una historia. Estos destinos te invitan a seguir los pasos del caballero andante por la llanura manchega, donde la realidad se transforma en leyenda.
La casa de los Acuña
“Donde se visten los caballeros”.
Uno de los espacios culturales más importantes del municipio. Cuenta con una superficie cercana a los 300 m2 y mantiene la estructura y distribución de las típicas casas manchegas, lo que le confiere un encanto especial. Calle Valencia nº 44.
La Tumba de Villaseñor
Francisco de Acuña descendía de una familia de alcurnia de Miguel Esteban (Toledo) y está documentado que allá por 1581 se vestía de caballero y embestía a sus enemigos con lanza; también, que enterrado en la iglesia de San Andrés de esta localidad. Esa tumba y la herencia a la que estaba ligada (nada menos que dos mil ducados anuales de renta) fue el origen de sucesivas peleas entre dos linajes emparentados, los Acuña y los Villaseñor, que se enterraban en la sepultura junto a los Lodeña.
La Cueva de Haldudo
En el capítulo 4 de la primera parte, cuando el niño Andrés habla de Juan Haldudo, su amo, que le está azotando: el vecino del Quintanar; y en el último capítulo de la segunda parte, cuando el bachiller Sansón Carrasco quiere animar a don Quijote, y le comenta que ha comprado dos perros, Butrón y Barcino, a un ganadero del Quintanar.
Parque el Molino
“Camino de Miguel Esteban a El Toboso”.
Constituye la entrada principal al pueblo. Este lugar estratégico evoca las raíces manchegas del municipio representado por la figura del Quijote rodeado de libros y un molino de viento. Miguel Esteban presume de ser la Cuna de Don Quijote, puesto que según mantienen algunos estudiosos, pudo ser un hidalgo del municipio quien inspiró a Miguel de Cervantes para escribir la obra más universal de nuestra literatura.
Los Charcones
Declarada Refugio de Caza, la Reserva Ornitológica
‘Los Charcones’ está situada a dos kilómetros del casco urbano de Miguel Esteban, en la carretera dirección a El Toboso. Es un espacio natural constituido por varias lagunas de origen endorreico que ocupan 60 hectáreas. Sin duda, una joya de la naturaleza de indiscutible importancia paisajística, ecológica y medioambiental, reconocida internacionalmente.
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